Salud y ánimo

Psicóloga Gabriela Jiménez Vera

Muchos estudios se refieren a la importancia de tener una vida sexual activa. Desde el beneficio a la piel, el estado emocional y alargar la vida de quienes lo hacen más de tres veces a la semana.

Pero no todo es tan sencillo, sobre todo cuando la vida diaria puede estar cargada de factores estresantes: trabajo, tráfico, dinero, etcétera, que conducen hacia el cansancio físico y emocional.

El pensar en llegar a casa y tener el ánimo para un encuentro sexual, puede resultar frustrante y molesto. Se corre el riesgo de terminar en pleito, cuando debiera ser un momento placentero.

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¿Cómo llegar a un punto satisfactorio?


Primero, cuestionarse si en realidad no hay ganas de una actividad sexual, o simplemente es cansancio. Todos tenemos un ritmo sexual distinto y, en este caso, lo importante es llegar a un acuerdo de periodicidad con la pareja, escucharse y respetarse en lo individual. Eso garantiza la unión de ambos.

Si el punto es el cansancio, la recomendación es no dejar de recordar. Así es, procura imaginarte a lo largo del día esos momentos satisfactorios con tu pareja, el olor, las caricias, las posiciones y todo aquello que te lleva a alcanzar un orgasmo.

Ejercitar la imaginación


Ejercitar la imaginación despertará el deseo sexual, el cual se pierde cuando gana el fastidio, la preocupación o los problemas diarios. Haz la prueba: toma algunos minutos de tu día para visualizar algunas escenas eróticas con tu pareja, y cuando llegues a casa, tal vez, ambos estén con la disposición de pasar de la imaginación a la práctica.