Cambios en el cuerpo al dejar de hacer ejercicio

La actividad física constante es básica para la salud, y no solo cuando quieres bajar de peso o marcar músculos. Es igual de importante que una alimentación sana y equilibrada, así como dormir bien y beber agua. Una persona no debe acostumbrarse a vivir sin uno de estos pilares. Y por si faltaran razones para convencerte, te contamos sobre los cambios en el cuerpo al dejar de hacer ejercicio.

El ejercicio aumenta la resistencia física

Beneficios de hacer ejercicio


Es genial la sensación después de un buen entrenamiento; ese cansancio que solo una rutina provoca y, claro, aparte los beneficios de hacer ejercicio:

  • Aumenta la resistencia física
  • Quema calorías
  • Vigoriza corazón y pulmones
  • Incrementa la masa muscular y la fuerza
  • Corrige la postura
  • Libera endorfinas, las hormonas de la felicidad
  • Fortalece el sistema inmunitario
  • Ayuda a regular la glucosa y la presión arterial
  • Mejora la circulación sanguínea
  • Permite un descanso óptimo

Aparte, hay un sinfín de opciones para todos los gustos y condiciones. No obstante, a pesar de todo lo bueno del deporte, muchas personas no le dan importancia, no le dedican el tiempo necesario o lo dejan con cualquier pretexto. Pero ¿qué pasa si dejas de hacer ejercicio?, ¿qué le sucede a tu cuerpo? Sigue leyendo.

Cambios en el cuerpo al dejar de hacer ejercicio


Pérdida de músculo

No solo se trata de no tener unos brazos o abdomen marcado, sino que los músculos pierden su fuerza y tejido, en tanto las células grasas toman su lugar.

Al dejar el ejercicio tendrás problemas al dormir
Falta de condición física

Esto ocurre desde la primera semana, y mientras más tiempo pases sin ejercitarte, menos resistencia y condición tendrás. En resumen, a los 2 meses de dejar de hacer ejercicio, toda la condición se va. Lo notarás en actividades cotidianas y simples: subir uno o dos pisos por las escaleras, agacharte a recoger algo, caminar un poco más de lo normal, etc.

Problemas para dormir

Cuando el cuerpo está inactivo, se considera que no tiene que recuperarse de nada, por lo que no es necesario dormir. Ello dificulta un buen descanso y, como consecuencia, estarás cansado y con sueño en el día. De hecho, el sedentarismo llega a causar apnea del sueño y hasta insomnio crónico.

Quítate la pereza, deja los pretextos a un lado y no dejes de hacer ejercicio.
Metabolismo lento

Otro de los cambios en el cuerpo es que el metabolismo sea más lento; se queman menos calorías. Y si a esto le agregamos que aún comemos lo mismo, no habrá manera de que el cuerpo lo elimine. Todo se acumulará.

Aumento de peso

Si juntamos los puntos anteriores, la inevitable realidad será ganar unos kilitos de más. Solo podría impedirse si se lleva una estricta alimentación para compensar lo que no se quema.

Son muchos los motivos por los que se deja de hacer ejercicio, desde el típico pretexto de tener poco tiempo, o por flojera, aunque también puede ser por una lesión, operación o alguna circunstancia que impida el movimiento.

En estos casos es entendible; pero cuando solo se trata de desinterés por nuestro cuerpo y salud, es momento de reflexionar y entender que debemos mejorar los hábitos, antes de que sea tarde.

Basta con 1 hora de ejercicio, de 3 a 5 veces por semana; seguro, menos tiempo del que pasas en redes sociales o viendo alguna teleserie.

Estos cambios en el cuerpo al dejar de hacer ejercicio afectan primero el exterior, y, tarde o temprano también se reflejarán en el interior: aumentará el riesgo de enfermedades. Así que, mejor quítate la pereza, deja los pretextos a un lado y no dejes de hacer ejercicio.